“Cierto, estaba decidido entonces a crear un equipo de
superhéroes si fuera eso lo que pidiera el mercado. Pero sería un equipo como
jamás se ha visto en el reino de los cómics. Sólo por una vez haría el tipo de
historietas que yo mismo disfrutaría leyendo como lector de comic-books.
Y los personajes serían del tipo con los que podría
identificarme personalmente, serían falibles y enérgicos y- lo más importante
de todo- dentro de sus botas de disfraz de colores tendrían los pies de barro.
Cuanto más pensaba en ello, más me atraía el concepto. Lo
único que faltaba era inventar los personajes, crear un equipo que encajase. Lo
primero que se me ocurrió fue la faceta amorosa. Por primera vez tendríamos un
héroe y una heroína que estarían unidos de verdad. Se acabaron las
insinuaciones ñoñas de que a ella le gustaría realmente el tipo si supiera su
verdadera identidad. Y, hablando de identidades, estaba completamente decidido
a hacer unos superhéroes sin identidades secretas. Sabía de sobras que si yo
mismo poseyera algún superpoder, jamás lo mantendría en secreto. Soy demasiado
presumido. Así que, ¿por qué iban a ser distintos nuestros amigos de ficción.
Aceptando esta premisa, era también natural que decidiera prescindir de los
disfraces. Si nuestros héroes iban a vivir en el mundo real, entonces, que se
vistieran como personas reales.
Poco a poco todo fue cobrando forma, tendríamos al líder del
equipo y a su amada. Ella tendría un hermano pequeño que podía suscitar la
simpatía de los lectores…pero no un hermano demasiado joven. Una de mis muchas
manías particulares ha sido siempre el compañero adolescente del superhéroe.
Una vez más, si un servidor fuese un superhéroe en modo alguno tendría por
compañero a un adolescente pecoso. En el mejor de los casos, daría pie a
habladurías.
El caso es que pensé que hacía falta otro miembro para
nuestro grupo todavía sin nombre, un personaje que le daría dramatismo,
patetismo, color y cierta originalidad. Sería el más inverosímil de todos los
superhéroes, feo, taciturno y totalmente antisocial, poseedor de fuerza bruta y
de un carácter irascible. Sencillamente, tenía que convertirse en el más
popular de todos.
Después de mucho hablar con Martin Goodman y Jack Kirby,
decidí que nuetro pintoresco cuarteto se llamaría THE FANTASTIC FOUR. Escribí
una primera sinopsis detallada para que sirviera de guía a Jack. Y el resto ya
es historia.”
Stan Lee. Fragmento del libro “Origins of Marvel comics”.
1974